El Protocolo Familiar es un proceso que demanda discusión y debate, muchas veces acalorado, para poder llegar al consenso. Es indispensable también buscar un momento pacífico para la empresa. Si pretendemos iniciar el proceso de elaboración del Protocolo Familiar en un momento crítico para el negocio, en el que éste demande todos los recursos de sus dueños, es preferible atender la empresa, estabilizar las cosas, poner en orden lo que haya que poner en orden y después entrar al proceso del Protocolo Familiar. Si no hay empresa, no hay empresa familiar y tampoco se requerirá un Protocolo Familiar.