El Gobierno Corporativo de las empresas familiares es un medio para que éstas tengan un mejor desempeño, sean mas sólidas y estables y estén mejor preparadas para competir.

En muchas ocasiones los empresarios se quejan de la falta de recursos para financiar su empresa o de socios interesados en aportar recursos para ejecutar los planes de expansión. Lo cierto es que aun en situaciones de alta liquidez en el mercado y en presencia de proyectos e iniciativas aparentemente muy atractivos, muchos empresarios no pueden acceder a recursos frescos. Esto se debe a que la forma en que sus empresas son manejadas y administradas (gobernadas) no genera suficiente confianza en los inversionistas.

Hay que tomar en cuenta que toda empresa, sin importar qué tamaño tenga o a qué actividad se dedique, tiene Gobierno Corporativo, es decir, que todas definen y aplican alguna forma de administración o gobierno. Lo que diferencia una de otra es la calidad de éste, es decir su buen o mal Gobierno Corporativo. La buena o mala calidad influirá en la forma como es tratada la empresa en las distintas transacciones que realiza.

Cuando una empresa demuestra un alto estándar de Gobierno Corporativo, es percibida como una empresa más confiable, y como tal accede a mejores condiciones en los mercados en los que se desenvuelve. Sus productos llegan a tener más aceptación, se pueden comercializar mejor y sus ventas crecen.

Entre los beneficios más claros de un buen gobierno corporativo están el fomentar que los accionistas familiares estén dispuestos a permanecer como propietarios otorgando su apoyo a la empresa y a quienes la administran, el que más bancos manifiesten su interés en concederles préstamos en condiciones financieras más favorables, esto es, a menor tasa de interés o plazos más cómodos, e inclusive el que otros accionistas estén dispuestos a invertir en la empresa. Una empresa con estas condiciones podrá financiarse ventajosamente no sólo para sostener sus operaciones regulares, sino que además podrá expandir sus operaciones iniciando nuevos proyectos o alianzas estratégicas. Asimismo, esta empresa es atractiva para profesionales más calificados que se incorporan al consejo de administración o a la administración y operación de la misma. De igual manera, una mejor conducción del Gobierno Corporativo por sí mismo implica que la empresa está mejor ordenada, planifica mejor sus objetivos y estrategias, y responde con más eficiencia en sus procesos. En pocas palabras se vuelve más sólida y competitiva.

Por el contrario, una empresa con marcadas deficiencias en su Gobierno Corporativo tendrá serias dificultades para interactuar con sus contrapartes en los distintos mercados. Sus proveedores o sus potenciales fuentes de financiamiento mantendrán desconfianza sobre las operaciones de dicha empresa y como tal la percibirán como una situación riesgosa, ante lo cual se abstendrán de tener transacciones con ella, o de hacerlo, plantearán condiciones financieras muy severas, tales como la inmediata distribución de dividendos, pago inmediato o plazos muy cortos; tasas de interés elevadas, exigencias de garantías, etc. Empresas en estas circunstancias se mantendrán presionadas en el día a día y sus posibilidades de crecimiento serán casi nulas.

La aseveración de que el gobierno corporativo también es para PYMES se basa en el supuesto de que los accionistas de estas empresas desean que se desarrolle, crezca y transcienda, nunca permanecer igual. Si este supuesto es cierto, necesitan tener un buen Gobierno Corporativo desde ahora.