Las nuevas generaciones tienen su propia visión en la empresa familiar.

Los fundadores de empresa pocas veces piensan en vender su negocio porque su compromiso con ella es muy alto y hacen todo lo que está en sus manos por su bienestar, de acuerdo con sus criterios. Sin embargo, inevitablemente, en algún momento deberán transferir el mando y la propiedad de su empresa a la siguiente generación, cuyo compromiso con la empresa de ninguna manera está garantizado. Las nuevas generaciones en las familias empresarias tienen sus propias motivaciones, pero su visión de lo que debe ser el futuro de la empresa familiar no necesariamente coincide con la de la generación de sus padres.